Salir a entrenar fuera de tu país no solo es una decisión emocionante, sino también un camino lleno de retos inesperados que requieren más que pasión por el fútbol para superarlos.
De hecho, puedes encontrarte tantos desafíos casi como puedas imaginarte. Y muchos otros que no se te vienen a la cabeza en estos momentos. Yo mismo, la primera vez que salí fuera de España para entrenar, me encontré con múltiples obstáculos hasta que logré conseguirlo.
Basado en mi experiencia como entrenador de fútbol y en conversaciones con otros compañeros del gremio que han vivido fuera de su país de origen, quiero mencionar algunos de los desafíos con los que te podrías encontrar si tu intención es dar un salto más allá de tu lugar habitual de residencia.
Permiso de trabajo y residencia: el primer obstáculo
El primer elemento que deberías considerar si te planteas entrenar fútbol en el extranjero tiene que ver con el permiso de trabajo. ¿Qué necesitas para poder trabajar de forma legal en tu país de destino? ¿Debes conseguir un permiso de trabajo? ¿Un visado de empleo? ¿No necesitas nada?
En este sentido hay dos aspectos sobre los que debemos poner el foco: tu país de origen y el país en el que quieres trabajar. Los requerimientos para poder actuar como entrenador variarán completamente según cambien estos dos aspectos.
Por ejemplo, si eres un entrenador de fútbol español, la Comisión Europea señala que “Como ciudadano de la UE, tienes derecho a trabajar, como empleado o autónomo, en cualquier país de la UE sin necesidad de permiso de trabajo”. Básicamente, que si eres español y quieres trabajar como entrenador de fútbol en cualquiera de los restantes 26 países de la Unión Europea puedes hacerlo sin permiso de trabajo, tal y como lo harías en España. Obviamente, sí necesitarías un contrato de trabajo con el club o la academia de fútbol en la que vayas a desempeñar tu labor.
Si te planteas salir de la UE, entonces las reglas cambian.
En mi caso, para trabajar en India necesité un visado de empleo, algo que se consigue habiendo firmado previamente el contrato de trabajo con la empresa a la que vas a prestar tus servicios y cumpliendo una serie de requisitos, como ser profesional experto y cualificado, en este caso, en la industria del fútbol.
Titulación: una llave que abre puertas
Y, para cumplir con esto último, es necesario que tengas una titulación que acredite que eres un profesional titulado, elemento que vamos a tocar en este segundo punto.
Si bien considero que no siempre el hábito hace al monje, tener una titulación relacionada con el fútbol te ayudará en muchos sentidos. Uno de ellos, por ejemplo, a la hora de conseguir un permiso de trabajo como entrenador de fútbol. Yo cuento actualmente con el título UEFA A y el antiguo Nivel 3 o Entrenador Nacional de la Real Federación Española de fútbol.
Estoy seguro de que mis opciones de entrenar fútbol en el extranjero, lejos de España, hubieran sido mucho más reducidas de no contar con dicha formación. De hecho, diría que es posible que incluso no hubiese tenido la oportunidad de salir.
Por lo tanto, considero que tener una titulación (oficial) en este campo es ciertamente importante. Si eres español, mi recomendación como entrenador es que te hagas, al menos, con la licencia UEFA C (nuevo plan). Dicho curso cuenta con 250 horas de formación y puedes acceder al mismo a través de la Federación de fútbol de tu Comunidad Autónoma. Si puedes sacarte el título UEFA B, que se alarga durante 450 horas aproximadamente, mucho mejor.
Idioma: más que palabras, comunicación efectiva
El tercer aspecto sobre el que quiero hablar es el idioma que se utiliza en el país donde deseas entrenar. Si pretendes entrenar en un país angloparlante y solo hablas español, esto podría resultar una barrera casi insalvable. Bueno, a no ser que seas un entrenador profesional al que pueden “poner” a su disposición un traductor, que no creo que sea el caso.
En mi caso, reconozco que lo pasé bastante mal cuando llegué por primera vez a Delhi. Generalmente, los agentes de inmigración indios no suelen ser muy amigables que digamos. Si a esto le sumas que mi nivel de inglés hablado era bastante malo en aquella época. El tipo directamente me echó de la ventanilla y me dijo que no volviera hasta que completara el formulario correctamente. Yo no entendía a qué se refería. Por suerte, me encontré con una pareja muy maja que me explicó lo que ocurría: debía incluir el nombre del hotel en el que me hospedaría durante mi estancia en India. Entonces sí pude sellar el pasaporte y acceder al país.
Por lo tanto, antes de intentar una aventura en un país en el que solo se hable inglés, sería necesario que mejoraras tu conocimiento de dicho idioma, poniendo el énfasis en la terminología futbolística y en el ámbito conversacional (speaking y listening). Desenvolverte en inglés (al menos de forma básica) te será esencial para comunicarte no solo con los jugadores o tus compañeros, sino en tu día a día.
Aspectos financieros: planifica para no quedarte corto
Finalmente, el último elemento que quiero mencionar como desafío que puede aparecer cuando decidas entrenar fútbol en el extranjero tiene que ver con las finanzas. Cuando consigues una oferta de empleo fuera de tu país, lo primero que vas a necesitar cuando llegues a tu nuevo destino será dinero. Y, en algunos casos, no poco.
Más allá de tu salario como entrenador, habrá ocasiones en las que la empresa que te contrate se haga cargo de la mayoría de los gastos asociados. Hablo de la gestión del permiso de empleo, billetes de tren, billetes de avión, alojamiento, seguro médico, dinero para el día a día, tarjeta SIM, etc. Pero, otras veces, dependiendo de la situación, serás tú el que tenga que cubrir parte de esos gastos.
Si no tienes ahorros o crees que el dinero que tienes será insuficiente para cubrir tu inicio en un nuevo país, mi recomendación es que lo negocies con la empresa. Una forma de arreglar que llegues a un país “con una mano delante y otra detrás” es solicitando un adelanto. Si bien te costará más tiempo estabilizarte económicamente, podrás hacerlo con paciencia y responsabilidad.
Sea como fuere, que esto no te frene. La primera vez que me marché a la India llevaba 50 euros en el bolsillo. Y no me ha ido mal…
¿Barreras? Todas ellas salvables
Esto son cuatro de los muchos desafíos a los que puedes enfrentarte cuando pienses en salir de tu zona de confort y trabajar lejos de tu hogar. Como en la vida, la carrera de entrenador también pondrá algunas piedras en tu camino.
Lo interesante de estos problemas es que siempre tienen una o varias soluciones. Encontrarlas no solo te acercará un paso más a tu sueño de entrenar un club o una academia de fútbol en el extranjero, sino que te aportará una experiencia valiosa para tu futuro como técnico.
Al margen de estos cuatro, hay muchos otros inconvenientes con los que puedes toparte cuando transitas la senda del entrenador. ¿Te has puesto cara a cara con alguno de ellos? ¿Te has enfrentado a otros? Si quieres puedes compartirlos conmigo en los comentarios.